La fachada del siglo XX reflejaba el siglo del hormigón. Un siglo gris, donde lo natural quedó apartado por consideraciones prácticas y economicistas que tiñeron nuestras ciudades de tonos apagados y tristes. Un uso desvirtuado del Movimiento Moderno en la arquitectura produjo una arquitectura gris y artificial de fachadas opacas, donde la naturaleza y la alegría de vivir parecían haber desaparecido.
Pero el siglo XXI comienza con nuevas preocupaciones más orientadas a la preservación del entorno natural y a recuperar los espacios para los ciudadanos. Las nuevas fachadas reflejan este cambio de paradigma, donde el hombre, en comunión con la naturaleza, vuelve a situarse en el centro.
Los gustos han cambiado, y los nuevos materiales, más eficientes y respetuosos con el medio ambiente, permiten diseñar fachadas divertidas y coloridas acorde con el espíritu de los tiempos.
El hostal tipo B&B en Gujan Mestras (Francia) utiliza en su fachada todas las posibilidades de color que ofrece el policarbonato Danpal en sus paneles para fachada ventilada. La combinación de bandas de colores azules, verdosos y grises claros reflejan las sombras que proyecta el pinar en el que se asienta, y recuerda las cambiantes tonalidades del mar Cantábrico en la bahía de Arcachón.
El edificio se proyecta como un único volumen con dos alturas distintas que colaboran a dar sensación de movimiento con los cambios que el reflejo de los árboles produce en la fachada. En el proyecto se optó por ocupar la mínima superficie en planta en favor de la naturaleza, e integrando el conjunto en el pinar con sus fachadas luminosas.
La gama de colores de los paneles de policarbonato Danpal se imponen a la monocromía monótona del hormigón y a la pesadez de la fachada de ladrillo, con un impacto mínimo sobre el entorno natural que rodea al edificio.
Las características aislantes del sistema de fachada VRS Danpal colabora en la consecución de edificios sostenibles, difuminando también la luz natural en su interior y manteniendo la temperatura constante, con el consiguiente ahorro en calefacción y climatización. Además, la instalación sencilla y rápida de las fachadas de policarbonato minimiza los desperdicios y el tiempo de construcción, colaborando con el cuidado del medio ambiente.
La fachada colorida se hace eco de los nuevos tiempos, en los que prevalece la luz y el color sobre el sombrío hormigón y la oscuridad de las fachadas casi ciegas. La extraordinaria difusión de la luz que consiguen los paneles Danpal para fachada con tecnología Microcell no tiene igual en el mercado. Su menor distancia entre nervaduras proporciona la intimidad necesaria tras el panel, a la vez que se reduce el gasto en iluminación y aumenta el aislamiento. Las ciudades se inundan de color tanto dentro como fuera de los edificios, y las fachadas se adaptan al entorno en el que se sitúan recordando al hombre que forma parte de la naturaleza.
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