Los sistemas de fachadas comenzaron cumpliendo una función de protección en la arquitectura primitiva. Esta protección permitía a los ocupantes defenderse de las condiciones climatológicas adversas y de los peligros que podían atacarlos, ya fueran animales u otros seres humanos.
Más tarde, cuando las sociedades humanas avanzaron, el sistema de fachadas evolucionó para cumplir una función representativa, además de la defensiva. Así, surgieron sistemas de fachadas en las que la parte ornamental deslumbraba a los espectadores y ponía de relieve el poder político, religioso o económico de las clases privilegiadas. Esta nueva función provocó que el sistema de fachadas incorpórase el ornamento a la función, complicando su ejecución y utilizando nuevos materiales de revestimiento más acordes con el fin perseguido.
Ya en el siglo XX, los arquitectos del Movimiento Moderno proclamaron aquello de «Menos es más» y revolucionaron de nuevo el sistema de fachadas. El advenimiento del sistema de fachadas con estructura puntual de hierro y la generalización del uso del hormigón armado liberó al sistema de fachadas de su función portante y permitió que se centrará en funciones de protección, aislamiento y representatividad.
En el siglo actual la llegada de nuevos materiales como el policarbonato celular de Danpal® ha supuesto una nueva revolución en los sistemas de fachadas. La ligereza y plasticidad del sistema de fachadas basado en el panel de policarbonato celular han liberado por fin todas las ataduras y ahora la imaginación de los arquitectos es libre de diseñar la fachada que deseen.
Este sistema de fachadas sigue cumpliendo las funciones de protección frente a los cambios climatológicos, con un nivel de aislamiento térmico muy alto y protección frente al espectro solar más dañino para el ser humano. Y, aunque ya no sea necesaria la protección frente a los animales salvajes, los paneles del sistema de fachadas Danpal® presentan unas condiciones de resistencia a impacto, resistencia a las cargas de viento y durabilidad que dotan a este sistema de fachadas de toda la protección necesaria en nuestros días.
Además, los paneles de policarbonato del sistema de fachadas Danpal® se pueden curvar con el radio de curvatura necesario, son fácilmente recortables y se pueden encargar en longitudes estándar de hasta doce metros.
Una vez separado el sistema de fachadas de la función portante, la libertad adquirida permite concentrarse en la función representativa simplemente imaginando planos curvos y movimientos de fachada imposibles hasta ahora. Esta función representativa del sistema de fachadas se prolonga durante la noche si así se desea. Danpal® ofrece la posibilidad de incorporar iluminación LED en sus paneles, para que el sistema de fachadas del edificio representativo destaque por el diseño de su iluminación en el cielo nocturno de las ciudades actuales.
La libertad de diseño que ofrece el sistema de fachadas Danpal® no tiene igual en otros materiales y permite, por fin, hacer realidad los diseños más imaginativos de los arquitectos con un material que cumple a la vez con todas las demás funciones que se exigen en un sistema de fachadas.